Fusión de Cajas. Lunes, 4 de Enero de 2009
Tras numerosas horas de debate en la localidad vallisoletana de Tordesillas, los representantes de Caja España y Caja Duero han llegado a un acuerdo de fusión. Según las primeras noticias el reparto de sedes y poderes quedará de la siguiente manera:
León
Tras numerosas horas de debate en la localidad vallisoletana de Tordesillas, los representantes de Caja España y Caja Duero han llegado a un acuerdo de fusión. Según las primeras noticias el reparto de sedes y poderes quedará de la siguiente manera:
León
- Sede de la Presidencia
- Domicilio Social
- Secretaría General
- Recursos Humanos
- Relaciones con el Banco de España
- Divisiones de Riesgos, Organización y Financiera
Salamanca
- Dirección General
- Área de Planificación
- Área de Control Interno
- Obra Social
- Empresas Participadas
- Dirección Operativa
De momento no se sabe con certeza qué pasara con los Servicios Informáticos. Su importancia es mayor de la que parece ya que, además del empleo y de las subcontrataciones actuales, será un área estratégico y en crecimiento.
Entre las cosas positivas de la operación destaca que las Cajas podrán optar a más de 600 millones de euros del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria. Parece que la viabilidad futura de las entidades estaba en entredicho y, a estas alturas de las negociaciones, la única opción de fusión era entre ellas mismas. Además las sedes se quedarán principalmente donde estaban (Salamanca y León).
En el lado negativo está la poca sensatez de unir dos Cajas con gran solapamiento. Han primado los intereses políticos de la Junta de Castilla y León. La repercusión se notará en primer lugar en los múltiples cierres de oficinas y en la reducción de plantillas. Y seguidamente es de esperar, lamentablemente, un control político que orientaría las decisiones y los créditos de manera arbitraria.
Entre las cosas positivas de la operación destaca que las Cajas podrán optar a más de 600 millones de euros del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria. Parece que la viabilidad futura de las entidades estaba en entredicho y, a estas alturas de las negociaciones, la única opción de fusión era entre ellas mismas. Además las sedes se quedarán principalmente donde estaban (Salamanca y León).
En el lado negativo está la poca sensatez de unir dos Cajas con gran solapamiento. Han primado los intereses políticos de la Junta de Castilla y León. La repercusión se notará en primer lugar en los múltiples cierres de oficinas y en la reducción de plantillas. Y seguidamente es de esperar, lamentablemente, un control político que orientaría las decisiones y los créditos de manera arbitraria.
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